Exposición Na'guará recorre la naturaleza viva del
estado Lara en el Museo Alejandro Otero
estado Lara en el Museo Alejandro Otero
Escultura de Joel Pacheco delante del texto de presentación de la exposición Na Guara |
Caracas, 30 Ene. AVN.- Con una propuesta cargada de elementos plásticos recogidos de la madre naturaleza, la exposición Na'guará. Arte contemporáneo de Lara ofrece una gama de tendencias e innovaciones escultóricas en las salas 1, 2 y 3 del Museo Alejandro Otero (MAO), ubicado en el Complejo Cultural La Rinconada.
El motivo larense "está inundado de mucha originalidad. Son propuestas locales que no están contaminadas y tienen siempre presente un referente hacia lo venezolano, sin estar lleno de tendencias foráneas. Sus técnicas abordan el terruño de manera pura. Las obras atrapan por su esencia local", describe el curador de la muestra, Luis Galíndez.
Temas cercanos a la región como la tierra, las situaciones cotidianas, símbolos ancestrales, tradiciones populares, experiencias personales de cada artista y la infancia como recuerdo emocional ligado a las nuevas creaciones, son parte del repertorio visual de la muestra.
"Hay una sala dedicada a lo ancestral y simbólico, donde se encuentran materia, escultura, técnicas de vitrofusión y trabajos en tela. También hay mucha presencia de materiales autóctonos de Lara como la cocuiza, la madera, los pájaros y la amplia naturaleza", agregó el curador.
Miguel Granado Troconis |
Durante el recorrido resaltan un par de piezas que nutren la serie Las venas abiertas, del artista Miguel Granado-Troconis, inspiradas en conceptos extraídos del texto del uruguayo Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina.
"Trabajé aspectos como la conquista, nuestra emancipación hasta hoy y, sobre todo, me preocupé mucho por la explotación del petróleo y la eterna búsqueda del oro. Trabajé cada concepto a través de la abstracción, el estudio del color y un acercamiento con los hilos y tapices", resalta el creador.Su cuadro lleva por nombre Mar en azul petróleo y se complementa con lana oscura,
brochazos espesos y un océano profundo que va en degradación hasta tonalidades
más claras. Su pareja, La rueda de El dorado,
subraya el amarillo en la mirada y se complementa con una rueda que simboliza
el eterno círculo corruptivo del hombre en búsqueda de riquezas materiales.
Esos objetos que se añaden a la obra de arte son parte "de
un gran paseo que hago por mi ciudad. Voy a esos lugares donde la gente bota
cosas, las recojo y las llevo a mi taller para incorporarlos a mi técnica
pictórica", explica Granado.
Enrique Hernandez Perez |
El fin de un milenio también adorna las paredes con signos
figurativos en formas geométricas de varias texturas cromáticas que a
descripción de su creador demuestran el caos presente en la crisis
económica atravesada por Europa después de la llegada del nuevo milenio.
"Es una obra que parte de las tensiones sociales que se
están dando en Europa y que he tomado a partir de mi larga estadía en Roma.
Tomo algunos elementos de la crisis como la angustia en la gente y las
movilizaciones populares", detalla Enrique Hernández Pérez.
Henry Gil |
Justo en la entrada de la exposición descansa una estructura
colgante amarrada ordinariamente con caña brava, bambú, pabilo, mata de uva de
playa y caracoles. Se trata de una creación de Henry Gil, artista que con su
pieza rinde homenaje a la sencillez del "Pintor de Macuto", Armando
Reverón.
"Se llama Barca solar y está elaborada con materiales
de reciclaje, cosas que se recogen en la orilla de la playa. Es una pieza que
rememora la sencillez de los materiales que él utilizó (Reverón)", subraya
el artista.
Obras para apreciar
Por la sala 2 del MAO se aprecian una decena de obras para
degustar con los ojos. Van desde La cama, de Francisco León, hasta el juego
arenoso deMarabunta, de Lino Rojas, que se desparrama por
el piso.
En la primera, el costado de madera de una amplia cama se
observa frontal juntada con una intervención de tela que se aprecia como una
frondosa cobija almidonada en azules pálidos. La segunda simula un juego de
niños en el que la arena pastosa recrea una autopista repleta de insectos
esculpidos en madera y metales.
Por su parte, la sala 1 se muestra como un desierto abierto en
el que las piezas colgantes representan cielo, tierra y la humanidad pintada a
partir de rituales indígenas. Destacan las esculturas de Rosellano García,
hechas en hierro sobre cortezas de árboles que adornan el espacio con tres
piezas sin título.
El imaginario indígena se ve representado en la lanza o flecha
de madera esculpida, titulada Ley de la tierra, ley de la
vida, del creador Rodrigo Rodríguez. La pieza se levanta sobre
un círculo de piedras rodeado de huellas de pies pintadas de rojo que simulan
la danza ancestral de uno o varios hombres.
Para finalizar, la sala 3 se integra de grandes cuadros al
estilo impresionista, instalaciones de papel pintado, fotografías urbanas,
vídeos y colgantes sujetos con largos cordones.
Sumergiéndote en el olvido, de Adrián Pérez, aporta peso al espacio
aéreo con tres piedras sostenidas por largos hilos negros hasta el techo.
Así, entre esculturas, juegos de óleos, innovaciones levantadas
en el piso del museo e historias capturadas con cámaras de video el estado Lara
ofrece su más popular expresión de ¡Na'guará, llegaron los guaros!, como reza el material informativo de
la exposición, que se mantendrá hasta abril en el MAO, de 9:00 de la mañana a
5:00 de la tarde.
Tres pinturas de la "Serie Las venas abiertas" de Miguel Granado Troconis |
Sala Dos, a la izquierda obras de Miguel Granado Troconis, al frente obra de Lino Rojas |
Sala Dos, a la derecha poliptico de Jorge Sanchez y obra de Efrain Franco |
Esculturas de Adrian Perez |
Sala Uno, a la izq. y centro esculturas de Roseliano Garcia y al fondo esculturas de Rodrigo Rodriguez. |
Miguel Granado-Troconis
Artista Plástico / Lic. en Artes Plásticas
artegranado@gmail.com
AVN 30/01/2013 16:01